2 de octubre del 68, dejó un capitulo que marco a toda una nación por la muerte de jóvenes y civiles en la plaza de las tres culturas en Tlatelolco, crimen que sigue sin resolverse, lo irónico es que tras ese delito las autoridades prefirieron tapar el sol con un dedo, en ese entonces el presidente Gustavo Díaz Ordaz, negó la magnitud del problema minimizándolo, y culpando a los estudiantes por lo ocurrido, lo vergonzoso del caso es que a las olimpiadas de ese año celebradas en México se les llamo “olimpiadas de la paz”.Por siempre quedara en la mente la frase:
¡El 2 de octubre no se olvida!
"¡No queremos olimpiadas!
¡Queremos revolución!"
Aunque el gobierno sólo reporto 32 muertos, los testigos y otros medios extranjeros corroboraron un número mayor de personas que fueron víctimas, además de haber varios heridos.
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